Prólogo
Ya estaba cansada de tanto cambio de ciudad. Lo entendía perfectamente, pero eso no anulaba el hecho de que odiara todas aquellas mudanzas. Habíamos recorrido buena parte de EEUU en los ultimos siete años y sentía que había dejado un pedazo de mí en cada uno de aquellos lugares. Nunca había conseguido tener amigos fijos, a pesar de mi facilidad para relacionarme con cualquier criatura, ya fueran humanos, medio humanos, vampiros o licántropos.
Pero los humanos parecían tener una gran facilidad para olvidar, mientras yo guardaba a todos y cada uno de ellos en mi corazón, y eran unos cientos de personas, ellos apenas mandaban un par de cartas antes de desaparecer para siempre. Ya estaba acostumbrada.Ultimamente había aprendido a no crear lazos demasiado estrechos con ellos.
Lo peor de todo era que sabía que aquello nunca iba a acabar. Antes porque crecía demasiado rápido, y a partir de ahora porque ya jamás volvería a cambiar ni una sola parte de mi cuerpo... supuestamente, eso aun estaba por ver.
-Estoy seguro al cien por ciento, así que no vuelvas a pensar en el tema o acabaré volviendome loco.- dijo papá sin despegar los ojos de la carretera, odiaba que me leyera el pensamiento continuamente, era imposible tener una adolescencia normal con un padre así, no podía tener ni un solo pensamiento sobre...- Sigo escuchando Nessie.
Dios, Cuánto quedaba para llegar? Definitivamente odiaba los coches, una perdida de tiempo, habríamos ido mucho más rápido a través del campo, además así podría alejar mi mente del pesado de...
-Y qué ibamos a hacer con los coches? Dejarlos allí?
- Por favor papá!
-Está bien, lo siento, pero con una hija practicamente muda no podrás culparme por buscar alguna distracción.- espetó con una leve sonrisa.
Le encantaba fastidiarme de aquella manera, no podía ocultarlo.
-Debería haber ido en el coche del abuelo... en tus momentos de aburrimiento la única que debería tener permitido acercarse a tí es mamá. O mejor aun, debería haber ido en mi propio coche, así no se habría quedado...
Como suponía papá no tardó ni dos segundos en cortarme con una de sus frías miradas, habíamos tenido un millón de veces esa discusión, nada de coches por el momento. De todos modos la conversación no iba a acabarse ahí.
-Ya hace mucho que no me entra un ataque... ni siquiera recuerdo la última vez.
-No la recuerdas porque estabas muerta.
-Muerta... eres un exagerado.
Dejó de prestar atención a la carretera para mirarme, la preocupación inundaba sus ojos de color negro, era imposible discutir con una persona que mostraba tanto dolor por mí.
-Cariño... tu corazón deja de latir, la última vez duró casi una hora, si eso no es estar muerta...
-Tu corazón no late desde hace más de cien años.
Bufó y sus ojos volvieron a fijarse en la oscuridad de la noche.
-Y de nuevo mi querida hija argumentando de forma completamente absurda.
Le saqué la lengua, era una actitud estúpida para alguien que aparentaba unos dos años más que él, seguramente cualquiera que nos viera pensaría que era una pelea de hermanos demasiado mayores para pelearse. Enrealidad eso era exactamente lo que aparentábamos ser: Edward, Emmet, Alice y yo eramos hermanos, Rosalie era la mujer de Emmet, como de costumbre, mientras que Jasper era el pobre hermano huérfano de Rose que se había unido a nuestra gran familia tras la boda.
Comenzaba a ser ridículo, todos aparentábamos practicamente la misma edad, incluso entre Carliste y yo había poca diferencia.
-Ha funcionado durante más tiempo del que te imaginas.
-Si, si lo sé... hermanito pequeño.
Papá no había abierto del todo la boca para replicar cuando su móvil comenzó a sonar. Lo sacó y contestó en menos de un segundo.
-Hola Seth.
-Pásamelo, papá tengo que hablar con él, hace siglos que no sé de su vida, vamos...
Me callé de inmediato, en cuanto me percaté de que estaba quieto como una piedra, con la mandíbula fuertemente apretada.
-Lo siento Seth... por supuesto... nos veremos entonces.
No dijo nada más, cerró la tapa del movil y continuó mirando hacia la carretera, pero su expresión era terroríficamente sombría.
-Papá...
-Bill ha muerto, vamos a La Push.
No pude asimilar bien aquella palabras, me parecían completamente irreales, fuera de lugar. Bill... muerto. Mi mente empezó a dar vueltas desenfrenadamente, sentí nauseas, las piernas me empezaron a temblar. Había muerto Bill, pero unicamente un nombre me venía a la cabeza.
Mi Jacob...
Por: Cassandra
4 comentarios:
amooooooooo este fics ..espero k les guste chikas
Tan tierno, tan familiar, tanto amor. Si, gracias hermosas por subirlo. besotes a mis NTLS
Tan tierno, tan familiar, tanto amor. Si, gracias hermosas por subirlo. besotes a mis NTLS
Huyyyy suena deee unnnn liiiinnndOOO! quiero seguir leyennndooo ♥
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