lunes, 23 de noviembre de 2009

Leyendas

Jacob y Nahuel interrumpieron su acalorada discusión matutina cuando mi abuelo apareció, fui la primera en percatarse de su presencia ya que había entrado a la habitación con tal sigilo que la puerta apenas sonó.
-¡Cariño!- Corrió a abrazarme, yo le estreché de buena gana- Estaba muy preocupado por ti, siento la tardanza.
Me aparté de él y le dediqué una sonrisa reconfortante.
-Estoy genial, como si no me hubiera pasado nada, Jake cuida muy bien de mí.
Fue entonces cuando centró toda su atención en mis compañeros de cuarto, el más próximo, Jake, se acercó a él para darle un abrazo amistoso. Estos siete años habían servido para que la amistad de ambos se afianzara de manera sorprendente.
-Gracias Jacob, mi familia jamás podrá compensarte todo lo que haces por nosotros.
-Sabe que lo hago de buena gana, en parte mi familia es la suya…
Se apartó para dar paso a Nahuel, que le estrechó la mano con fuerza.
-Me alegro de volver a verle doctor Cullen.
-Lo mismo digo- Su rostro se ensombreció repentinamente y habló de manera más solemne- Se que para ti debe ser difícil hacer esto.
Nahuel se encogió de hombros quitándole importancia.
-Ya es hora de que mi padre haga algo bueno por su raza.

El abuelo nos contó que Esme, Rosalie y Emmet se habían dirigido a Berlín para investigar por su cuenta, ya que ese era el siguiente de nuestros destinos, si es que no encontrábamos en Ámsterdam lo que andábamos buscando, allí nos encontraríamos con ellos. Él había venido con Jasper tras haber hecho los arreglos necesarios en el nuevo hospital. Ahora él y Alice se encontraban en la parte inferior del edificio con los demás, intentando aclarar la mente de esta última sin muy buenos resultados.
-Le irá mejor cuando sepa por dónde empezar- aclaró- una prenda, un lugar, cualquier tipo de acercamiento a sus intenciones. Es difícil indagar en el futuro de alguien a quien desconoces por completo.
A pesar de sus palabras firmes y seguras yo era una experta en descifrar las verdaderas emociones de mi familia, y pude percibir un atisbo de preocupación en él.
-¿Y qué vamos a hacer hoy?- Le apremió Jacob, que no había parado de moverse con nerviosismo desde el despuntar del sol.
-Vamos a la salita de abajo con los demás, allí nos explicarán todo.

Mamá, papá y Nahuel se hallaban en un rincón debatiendo acaloradamente lo que parecían las rutas a seguir, a juzgar por el mapa que recorrían una vez con movimientos rápidos de mano. Por su parte Alice estaba junto a Jasper sentada en un rincón, con mirada perdida en el horizonte y un ligero disgusto en su perfecto rostro. Todos ellos se levantaron en cuanto escucharon nuestros pasos.
-Muy bien- Mi padre tomó la iniciativa, gracias a que la salita estaba prácticamente despejada podíamos hablar con total normalidad- Hoy nos centraremos en indagar en las leyendas urbanas. Nos separaremos, cada uno irá por su cuenta para abarcar un espacio mayor.
-Menos Nessie- Intervino mamá mirándome- Tú debes ir con uno de nosotros. No podemos arriesgarnos a que te ocurra algo estando sola.
A pesar de que entendía su preocupación me parecía completamente innecesario, mis ataques había estado separados por largos intervalos de tiempo, era poco probable que sufriera alguno.
-Aun así tenemos que estar seguros.
El hecho de que mi padre me leyera la mente me hizo dar un respingo, no conseguía sacar de mi cabeza el temor a que descubriera lo de la noche anterior. Y pensar en ello solo hacía empeorar las cosas ¿Qué estaba haciendo Nahuel? ¿Intentar que mi padre se centrara en otra mente? ¿Crear una realidad paralela en los pensamientos registrados? Pensar en ello me traía de cabeza y sin duda complicaba a Nahuel su trabajo, por lo que puse toda mi atención en la conversación.
-Iremos por los lugares en los que un vampiro como Joham se sentiría más a gusto.
Jake interrumpió a papá.
-¿Y cuales son esos lugares exactamente?
Esta vez fue Nahuel el que respondió, lo que molestó a Jake, que siguió mirando a mi padre como si fuera este que le daba las instrucciones.
-Callejones oscuros, lugares poco concurridos, moteles y bares que conozca poca gente…
-Entiendo.- Le calló secamente. Nahuel no pareció ofenderse, al contrario se irguió como si pretendiera que Jake se percatara aun más de su presencia si aquello era posible.
-Bien- Mamá dio una pequeña palmada- ¿Quién va con Nessie?
Noté como Jacob daba un pequeño paso inconsciente hacia mi, algo que papá también notó, seguramente lo estaba pidiendo a gritos en su mente.
-Dejemos que Nessie y Jake vayan juntos, después de todo han pasado demasiado tiempo sin verse.
No pude evitar sentirme agradecida, sabía que estar con mi amigo no era lo que se suponía que debía hacer según mi plan, pero mi corazón y mi cuerpo suplicaban por estar con él, mi cara se iluminó aun más cuando contemplé la ilusión en su rostro.
Mi padre dio un paso hacia la puerta y los demás le seguimos.
-Debemos sacar la máxima información con la mínima sospecha. Todo vale, nada es irrelevante. El nombre de una calle, de una persona, un lugar… registrad cualquier cosa que pueda tener que ver con Nahuel. Debemos ser muy persuasivos.
Recé por que Jake no se concentrara en el poder de Nahuel, y por que este tuviera controlada la mente de mi padre en su justa medida. Era una pesadilla estar los tres juntos en la misma habitación.
Mamá nos entregó un mapa a cada uno, el de Jake y el mío tenían marcada la misma ruta.
-Estos son las partes de la ciudad que cada uno controlará. No veremos aquí al anochecer, si alguien descubre algo importante llamadnos a mi o a Edward y nosotros nos encargaremos de avisar al resto.
Todos asentimos. Mamá se acercó y me abrazó, como siempre, con más fuerza de la necesaria.
-Ten cuidado cariño.
-Lo tendré.
Acto seguido todos nos dispersamos. Era un estorbo tener que mantener la velocidad de un humano, en un lugar tan poblado y con tantos turistas el moverse más rápido de la cuenta era un riesgo que no podíamos cometer. Jake y yo andamos con paso rápido huyendo de los lugares más turísticos y adentrándonos en las zonas más oscuras y estrechas.

Cada vez era más consciente de que el hambre me acechaba, había sido una estúpida por no haber ido de caza con mis padres cuando me lo propusieron. Ahora un ligero ardor habitaba en mi garganta y la quemaba cada vez con más fuerza. No eran unas ansias como las del resto de mi familia, podía controlar perfectamente mi temperamento, no corría el riesgo de lanzarme al cuello de algún humano desprevenido. Además apenas había manera de que se notara físicamente en mí. Pero aquel dolor en la garganta era cada vez más insoportable. Y la comida humana de nada me servía contra eso.

Conforme fuimos encontrando más callejuelas de aspecto destartalado dejé de centrarme en el fuego continuo que recorría mi pecho y mi mente comenzó a trabajar como loca.
-Deberíamos tener un plan.- Comentó Jake- Ya sabes, qué vamos a preguntar, cómo…
-Está chupado. A la mayoría de la gente le encanta asustar a los turistas con historias de miedo.
-Creo que nosotros les imponemos más que cualquiera de sus historias.
Entramos en un bar gótico no muy lejos de allí. Las ventanas estaban tapadas con pintura negra y un destartalado cartel indicaba el nombre del lugar: ‘Black’, muy original.
Solo había un hombre en su interior. Llevaba ropas negras y el cuello cubierto de collares de pinchos. Aquel atuendo contrastaba con un delantal verde pistacho y la escoba que estaba utilizando para barrer un suelo atestado de cosas.
-¡Está cerrad..- Se quedó paralizado en cuanto nos vio, a penas nos dábamos cuenta de que un enorme hombre de unos dos metros con aquellos músculos y un pelo hasta la cintura, acompañado de una pequeña joven de rostro pálido llamaban la atención bastante- ¿Qué es lo que quieren?
Jake dio un paso hacia delante y el crujido de una jeringuilla rompiéndose bajo sus pies descalzos distrajo nuestra atención. Aquél hombre puso cara de espanto.
-Lo siento- Se disculpó Jake malinterpretando su expresión- Somos dos… periodistas, estamos escribiendo un libro sobre la vida gótico-nocturna de Ámsterdam…
-Mientes de pena- Le susurré de manera que el oído humano de aquel hombre fuera capaz de escucharlo.
-¿Y qué quieren?
-Bueno, estamos investigando bares, lugares de reunión, neovampiros.. ya sabe, estas modas…- el hombre le miró como si tuviera algún problema mental- Vale, no soy tan persuasivo como Nahuel- me dijo solo a mi.
Decidí tomar la iniciativa antes de que nos echaran a patadas.
-Verá, queremos hacer un apartado sobre leyendas góticas… toda clase de hechos que puedan interesar a nuestro público, usted parece entendido en este tema, además su bar parece estupendo para ser citado en nuestro libro. Nos preguntábamos si podría contarnos algo de interés.
Aquello pareció gustarle más.
-Claro que puedo contarle cosas, no soy uno de esos pseudogóticos de pacotilla que están invadiendo esta maldita ciudad- se quitó el delantal y se escondió tras la barra- Pero al menos consumirán algo ¿No? Por la charla.
-Claro.
Nos sentamos en los dos taburetes en frente de él.
-Agua con hielo, por favor.
El hombre y yo volvimos la vista hacia él a la vez.
-Está bien… una cocacola. En esta ciudad te sacan los ojos por un refresco.

La mayor parte de las historias que nos contó eran basura sin importancia, la mayoría de ellas ni siquiera eran propias de esa ciudad, si no que se daban incluso en EEUU sin apenas variación. Sin embargo una o dos cosas que nos dijo llamaron nuestra atención. Una se refería a un hombre que durante un tiempo había estado yendo al bar sin consumir absolutamente nada, él no se había quejado porque no se atrevía a enfrentarse a un tipo como él. Según su descripción era de lo más siniestro. Piel pálida, ropa oscura, ojeras, gafas de sol… pasaba la noche mirando mujeres, y al final siempre acababa llevándose a alguna, la cual jamás regresaba al bar. No sabía la identidad de aquel hombre, nadie la sabía, ya que jamás se dignaba a hablar con alguien que no fuera la señorita a la que pretendía cazar.
No supimos cuanta parte de aquella historia creernos. Pero decidimos que era lo suficientemente importante como para contárselo a los demás, quizás fuera bueno que Alice fuera allí para intentar ver algo.
Nos dio la dirección de varios bares por el estilo y de un motelucho de mala muerte conocido en esos círculos por sus extraños clientes.
Decidimos no visitarlos hasta el día siguiente y centrarnos en el terreno que nos tocaba, por lo que el resto de la mañana continuamos investigando calles por el estilo.

Averiguamos algunas otras cosas. En las historias más significativas aquel hombre de ropa negra y gafas de sol parecía estar presente, por lo que llegamos a la conclusión de que no era una invención de aquel barman aburrido. Fuimos acumulando direcciones que nos fueran útiles, y solo visitamos aquellas pertenecientes a nuestro territorio.
En uno de los hoteles aquel hombre de piel pálida se había alojado más de una vez. El recepcionista, si es que podía llamarse así (ya que aquél motel estaba en dudosas condiciones de ser habitado) nos dijo que cada noche subía a su habitación con una mujer, cada cual más bella que la anterior, y que todas ellas desaparecían misteriosamente. Demasiado fantasioso para ser verdad.

Cuando dieron las cuatro de la tarde yo estaba prácticamente rendida, no era normal en mi. Jake parecía preocupado por mi estado.
-¿Qué te ocurre?
-Nada- sonreí- es solo que estoy un poco cansada.
-¿Cuánto hace que no te alimentas?
Me había pillado.
-Un poco… bastante.
-Deberías haber ido antes de comenzar el viaje- hizo que me apoyara contra la pared a pesar de que era innecesario y se quedó unos segundos en silencio.- Nos vamos de caza.
-¿Ahora?
-Claro, tú y yo, como en los viejos tiempos.



por Cassandra

Tratare de publicar el fics de cass todos los dias ..

un beso mis NTLS las adoroo

PINKY TE EXTRAÑO .. ADRI GRACIAS X ESTAR CUANDO TE NECESITABA

JOY

2 comentarios:

pansy_malfoy dijo...

es genial yo ya lo habia leido en un foro de H.P pero esta buenisimo y lo volvi a leer
besooo y espero que sigass

Anónimo dijo...

me gusto muxo!!
me gustaria saber si lo tienes subido en algun sitio mas, kiero leerlo!!! es muy mono. Espero que subas mas seguido!!