miércoles, 7 de octubre de 2009

Fiesta Sorpresa - Capítulo VIII: "En el Limbo"

Este es un capítulo especial, con publicación excepcionalmente adelantada y dedicado específicamente a Kokoro. Espero que te guste, sos mi ídola!
Disclaimer: La mayoría de los personajes son de Stephenie Meyer, y muchos otros son mis versiones de ustedes, mis NTLS! Jajaja!

Summary: Somos el clan latino, y Joy está por cumplir años... hay que organizarle una fiesta, pero a quién podemos invitar??? (adivinen!)

Advertencia: Rating M

Capítulo VIII: “En el limbo”


Jacob’s POV

No quería apresurarla, pero ya no lo resistía. Mientras me frotaba contra su entrepierna, a duras penas conseguí no venirme junto con ella. Creo que no lo notó, pero mi mano había apretado la mandarina que comía hasta hacerla pedazos. Y es que en el momento en que dijo mi nombre contra mi mano casi logró que perdiera el control.

Había sido increíble escuchar esa voz agitada y sin aire, sólo por mí. Verla deshacerse en mis brazos cuando yo había provocado que se viniera. Nunca había estado tan orgulloso de mi mismo… Ni tan excitado como lo estaba ahora. Tenía la incómoda sensación de que mi miembro iba a agujerear la tela que lo oprimía. Ni en toda la eternidad podría desear algo tanto como deseaba hacerla mía justo ahora.

Su mano bajó por mi pecho y llegó a tantearme por encima del jean que ahora tanto me molestaba. Tragué en seco y como pude le pregunté si podíamos ir arriba. Parecía que las palabras se me quedaban pegadas en el fondo de la garganta. Me paralicé cuando sus manos se pusieron en mis hombros. Todavía tenía la sensación de que me empujaría para alejarme y se iría de un momento al otro. Y eso me llenaba de pánico.

Mi corazón volvió a latir cuando sentí como enlazaba sus tobillos en mi espalda y pegaba un salto para quedar en mis brazos. Y ni hablar de cómo sentía latir otras partes de mi cuerpo. Con esta posición, se había pegado a mí de nuevo. Eso calmó un poco el fuego que me quemaba por dentro. Sentirla cerca, apretada contra mí era de película. Me indicó con la cabeza la dirección hacia las escaleras. Me moví lo más rápido que pude para subirlas. No veía nada, pero por suerte, no me caí. Este viaje era demasiado importante.

Para cuando llegamos al pasillo su boca estaba en mi cuello, besando y lamiendo mi piel. Cerré los ojos frustrado, había seis puertas y luego el pasillo seguía hacia la izquierda.

- ¿Cual puerta? –musité intentando concentrarme en hablar.

- La tercera a la derecha. –me lo susurró en el oído, y luego se alejó y sopló mi cuello, haciendo que me estremeciera. No me quería hacer fácil mi meta de satisfacerla. Pero lo lograría. Estaba seguro. Era todo lo que quería. Adorarla, complacerla, tocarla, amarla.

Es que eso era lo que hacia: amarla. La amaba con todo mi corazón. Con cada parte de mi cuerpo y de mi alma. Era todo lo que necesitaba. Más que al aire, mas que a la comida, más que a nada, y más que a todo. Ella era toda mi vida ahora. Era simple: la amaba. Las palabras me quemaron en los labios, pero no las dejé salir. ¿Cómo podía decirle a la chica que acababa de conocer hacía dos horas “Hey, por cierto, te amo desesperadamente y quiero pasar la eternidad contigo”? Me tomaría por un loco desesperado patético que sólo lo decía para acostarse con ella.

Me dirigí a la puerta que me había indicado lo más rápido que pude. No le presté atención a la decoración. Podría haber estado parado en el mismísimo limbo, porque todo lo que vi cuando entré, fue una cama. Se me hizo agua la boca. Me acerqué y la dejé caer lentamente sin separarla de mí. Cada parte de mi piel que no la tocaba dolía ante la ausencia del ardor que me provocaban sus caricias.

Pero cuando me alejé lo suficiente para ver su rostro, su ceño estaba fruncido. Me maldije internamente por no haber tomado la oportunidad cuando pude. Ahora era claro que estaba arrepentida. Y si ella no quería hacerlo, no iba a obligarla. ¡Maldición! ¡Debí haber aprovechado mi oportunidad en la cocina! ¿Qué rayos me importaba si alguien entraba?

No, esto era lo correcto. “Si ella no quería, no la obligaría” me repetí una y otra vez. Si este no era el momento, esperaría para siempre por el que fuera el indicado. Me armé de valor y me alejé más para sentarme en la cama, a su lado. Ella se incorporó, cerró su blusa -que ahora estaba rasgada- y se volteó para quedar sentada frente a mí.

- ¿Qué fue lo que sucedió? –empecé, intentando que no se me quebrara la voz.


Joy’s POV

Me desplomé en un extremo de la cama como un saco de patatas, después de venirme por tercera vez en el cuerpo de Edward. Él sólo sonrió y esperó a que recuperara el ritmo normal de mi respiración.

Nos pusimos de costado, para poder mirarnos, y comenzó a pasarme las yemas de los dedos por el costado del torso. ¡Este tipo no se cansaba nunca! Y eso no me molestaba mucho que digamos.

Pero lamentablemente, había una fiesta abajo, y yo era la homenajeada. Teníamos que volver a la Tierra tarde o temprano. Frunció el ceño por mis pensamientos. Yo me reí un poco de su cara y lo besé en los labios.

- Lo siento, pero es cierto. Un strip tease no puede durar para siempre…

- ¡Sí puede!

Lo miré levantando una ceja. Hizo un puchero que me llegó al alma y luego suspiró, arrojándose boca arriba contra las almohadas.

- Bueno, supongo que tienes razón… -admitió después de un rato. Volvió a suspirar y se quedó mirando el techo un par de segundos- abajo ya se preguntan donde estamos.

Claro, estaba escuchando los pensamientos de abajo. Debía de ser muy útil.

- No tanto. –Frunció el ceño- Es más molesto de lo que crees, no se puede… apagar.

Lo miré esperando a que me mirara, pero seguía con los ojos clavados en el techo. Concentrado en lo que pasaba abajo. Lo que decía tenía sentido, no me imaginaba tener un montón de voces en la cabeza todo el tiempo. Deseé poder acabarlo. Regalarle un poco de silencio. Deseé poder hacer que se callaran aunque sea por un momento. Edward se incorporó mirándome con los ojos grandes y expectantes. Intente repasar todo lo que había pensado. Edward puso los ojos en blanco y yo sólo le saqué la lengua.

- Quizás sí puedas… hacer que se callen. –Me explicó.

- ¿Yo? ¿Cómo?

- Fácil. Sólo dime que ya no las escuche.


Jake’s POV

- ¿Qué fue lo que sucedió? –empecé, intentando que no se me quebrara la voz. Bajó la mirada, parecía… ¿dolida? ¿Que rayos había hecho? Respiré hondo para juntar valor. Si ella prefería que me fuera, lo haría. Haría lo que fuera por ella. La adoraba. La amaba más de lo que pensé que fuera posible amar a alguien. Las palabras volvieron a quemarme los labios y de nuevo me mordí la lengua. En su lugar, pronuncié las que más me dolían.

- ¿Prefieres que me vaya? –la idea me partió en dos, pero si me lo pedía, lo haría

- ¡No! –Lo gritó mientras su mano saltaba como resorte desde el colchón a mi pierna y me apretaba con fuerza, como queriendo evitar que me levantara. Si no quería que me le abalanzara en ese momento, quizás debería evitar poner la mano ahí. Sólo a diez centímetros de donde quería que la pusiera.

Gruñí un poco e intenté concentrarme con todas mis fuerzas en lo que acababa de contestarme. Bien, no quería que me fuera. Pero entonces ¿Por qué rayos parecía tan… triste?

- Bueno, ¿entonces que es lo que te sucede? –bajó la mirada de nuevo, pero esta vez no lo soporté, puse mi mano en su barbilla y le levanté la cara para poder verle lo ojos. Me acerqué lentamente y le di un corto beso en los labios.

- Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿no? –agregué. Sus manos tomaron un pedazo de su blusa y comenzaron a jugar con la tela.

- Ese es el problema. Hay algo que no me dices –saqué mi mano de su cara- Lo siento mucho, pero sé que hay algo que no me dices y también sé que es algo importante. Muy importante.

Esta vez fue su mano la que se puso en mi cara para obligarme a mirarla.

- Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿no? –Repitió mis palabras. ¡Maldita sea! No debí haber dicho eso. No podía decírselo. Sólo eran dos palabras, sólo “Te amo”, no debería ser tan difícil, pero podía imaginármela llamándome loco y yéndose de la habitación. Suspiré, pero no dije nada.

- Bueno, supongo que no puedes. –Dijo en tono seco y alejó su mano. Parecía dolida, triste, rechazada. Como si le acabara de decir que no confiaba en ella. Que no me importaba. Se levantó y comenzó a buscar otra blusa en uno de los cajones de la cómoda.- Quizás deberíamos bajar, no creo que debamos estar aquí, siendo que hay una fiesta aba-

- Te amo. –La interrumpí. No podía haber nada peor que verla marchándose. Suspiré hondo y cerré los ojos mientras hablaba. Quería evitarme la angustia de verla cruzar la puerta. También resistí el impulso de taparme los oídos como un niño para no escuchar el portazo.

- ¿Qué fue lo que dijiste? –me pregunto esa voz, su voz. Todavía seguía aquí. Abrí los ojos y la vi apoyada contra la cómoda, sus manos a los costados, y su blusa rasgada abierta de par en par. Bajé la vista unos centímetros y contuve las ganas de arrancarle el resto.

- Te amo. –le repetí, ahora mirándola a los ojos. Me miró por unos segundos y luego se apresuro hacia la puerta. Cerré los ojos de nuevo. No podía ver esto. Mis manos comenzaron a temblar involuntariamente y deseé estar en el bosque. Deseé transformarme y correr por siempre. El portazo hizo que me sobresaltara, justo como había temido. Tenía que salir de ahí, pero ningún músculo me respondía. Todo mi cuerpo se sentía adormilado, como si no tuviera ni una gota de sangre. Sentí cómo una lágrima se deslizaba por mi mejilla y luego me quedé helado cuando sentí unos labios limpiarla con un beso.

Abrí los ojos, esperando que no hubiera nada, esperando haberme vuelto loco… pero no. Ahí estaba. Mirándome a los ojos con su cara de preocupación a cinco centímetros de la mía.

- ¿Qué te pasa? –Me susurró.

- Creí que te irías. –expliqué mientras negaba con la cabeza.

- ¿Porqué me iría? Yo también te amo. –dijo hablando de nuevo en voz baja, como si fuera lo más obvio del mundo. –Sonreí- Y luego me besó despacio en los labios. Mi corazón se infló al punto de amenazarme con estallar. ¿La había escuchado bien? ¡No podía ser cierto! Cuando asimilé sus palabras la tomé de la cintura y la lancé contra la cama, colocándome encima de ella en el mismo movimiento. Ya no estaba seguro si había sido demasiado brusco, pero sólo digamos que me alegraba que fuera más resistente que un humano normal.

Soltó una pequeña risa muda mientras le sonreía, mirándola directamente a los ojos. Mi mano se posó a un lado de su cuello mientras mi boca besaba el otro. Era la piel más exquisita que hubiera probado. Justo la cantidad de dulce necesario.

Bajé mi mano por su piel, sintiendo su clavícula bajo mis dedos. Era adorable cómo arqueaba la espalda para que siguiera bajando. Me reí contra su piel y volví a besarla en la boca mientras bajaba tocándola sólo con las yemas de los dedos. Se estremeció y gimió en mi boca cuando apreté un poco su seno, dando círculos en su pezón con mi pulgar.

Mordió mi labio ligeramente, y adoré la sensación. Seguí bajando mi mano por su cintura y apreté el puño en la tela de su camiseta. Me estorbaba demasiado, así que la arranqué de un tirón, haciendo que Koko se sobresaltara.

- Lo siento, me estorbaba. –Le dije riéndome contra su clavícula de su reacción.

- No te preocupes, yo estaba pensando hacer lo mismo con otras cosas. –Levanté la cara para ver la suya. Puso una sonrisa pícara mientras bajaba la vista a nuestros pantalones.

- No, no. Son el único par que traje. –Le dije con tono de fingida preocupación mientras me desabrochaba el botón. Se rió por el comentario mientras yo me quitaba los pantalones. No llevaba ropa interior, así que con eso me desprendí de todo lo que levaba puesto.


Kokoro’s POV

OH-POR-DIOS! Casi me desmayo cuando se quitó los pantalones. Tragué en seco y me quedé mirándolo directamente como si fuera la primera vez que veía un pene en mi vida. Bueno, ciertamente, era la primera vez que veía uno de ese tamaño.

- Ehh… ¿Tienes…? No suelo traer preservativos conmigo.

- Claro. –Estiré la mano al cajón de la mesita de luz sin apartar la vista del manjar que me esperaba, saqué uno y se lo di. Lo abrió y se lo puso cuidadosamente. Lo hubiera hecho por él, pero todo lo que hice fue quedarme con la boca abierta y los ojos como platos, viéndolo fijamente. Me debo haber quedado como tres horas mirándolo así, porque se aclaró la garganta con intención.

- ¿Qué? —preguntó. De pronto parecía cohibido.

- Nada. –Negué con la cabeza, sonreí y tragué saliva. Sonrió, dudó un poco, y luego se encogió de hombros y comenzó a desabrochar mi pantalón. Sus manos parecían un poco nerviosas, así que me limité a sonreírle y susurrarle:

- Yo sí tengo otros pantalones aquí.


Jacob’s POV

Eso no era buena idea si quería que fuera remotamente gentil. Tomé la tela de su cadera y la arranqué con todo y ropa interior. Luego sólo me quedé mirándola como un idiota. Era lo más hermoso que hubiera visto en mi vida.

Bajé la cabeza y besé su ombligo, luego subí, dejando un camino de besos hasta su pecho. Sólo me detuve ahí unos segundos antes de seguir subiendo. Cuando nuestros ojos estuvieron a la misma altura, podía sentir su entrada humedeciéndose para mí. Bajé la mano por su cuerpo, sintiendo la mayor cantidad de piel posible antes de llegar a su pantorrilla y doblar su pierna, apretándola contra su cadera y usándola para impulsarme, empujándome para entrar en ella de una sola vez.

Gimió con fuerza. Una mezcla rara entre mucho placer y un poco de dolor. Aunque no había sido mucho, por un momento me asusté, quizás la había lastimado. Pero no tuve mucho tiempo para pensarlo. Sus uñas se clavaron en mi espalda y perdí el poco control que me quedaba. Apoyé la cabeza en su hombro y salí despacio de su cuerpo, para luego impulsarme de nuevo contra su cadera de un solo movimiento. Se estremeció y gritó mi nombre.

Me mordí el labio y aumenté la velocidad. Me excitaba más de la cuenta escucharla así de entregada. No quería ni pensar en la posibilidad de detenerme, ya era imposible. Me moví más rápido, su piel se sentía tan suave y caliente bajo la mía. Y podía sentir su pecho apretándose contra el mío cada vez más, mientras su respiración se volvía irregular. Esos pechos… me moría por probarlos. Bajé la cara un poco y la escuché gemir mientras jugaba con uno de sus pezones, lamiéndolo y chupándolo alternativamente. Después hice lo que ella había hecho antes, alejé mi boca y soplé un poco su piel, haciendo que su pezón se tensara aún más.

Pero todavía no era suficiente. Quería volverla loca. Quería que perdiera el control y olvidara hasta su nombre. Solté su pantorrilla sin dejar de moverme y corrí mi mano por su piel hasta su intimidad. A penas la toqué -solo tanteando para buscar el punto exacto-, grito y arqueó la espalda. Ese debía ser. Moví los dedos al mismo ritmo en que la embestía, bastante rápido y con un poco de rudeza.

Pero a pesar de ser brusco, pareció gustarle. Ahora sí que parecía fuera de control. Después de solo unos segundos, comencé a sentirla viniéndose a mí alrededor. El temblor de todo su cuerpo era delicioso. Me moví más lento, intentando que no me llevara con ella. Era tentador, pero yo quería seguir viéndola así… totalmente desquiciada y en las nubes.

Se mordió el labio de forma tan sexy que tuve que desviar la vista para concentrarme. Cuando dejó de estremecerse me quedé quieto un segundo, esperando a que volviera en sí y abriera los ojos. Cuando lo hizo, pasó la pierna que había tenido agarrada por atrás de mi espalda, apretándome contra ella, haciendo que siguiera. Y así lo hice. Ya ni podía pensar en otra cosa que no fuera su calor y su piel. Volví a mover mi mano, que había dejado quieta, y comenzó a gemir de nuevo. Esta vez la besaba, así que gemía contra mi boca, una y otra vez mientras me continuaba moviendo. Bajé a besarla en el cuello cuando necesité respirar. Detesté tener que usar la boca para algo que no incluyera su piel.

Pasó su otra pierna por detrás de mi espalda y sentí cómo cruzaba los tobillos. Impulsándome para que la penetrara más fuerte. Eso hice, mientras escondía la cabeza en su hombro de nuevo. Me podría pasar la vida entera escuchando su respiración entrecortada y el alocado ritmo de su corazón. Antes había notado que era más rápido que el de un humano normal, pero ahora parecía un colibrí.

- Jake… -soltó, apretando con sus manos dos puñados de mi cabello. Si seguía diciendo mi nombre de esa forma, ya no podría resistir por mucho tiempo más. Me moví casi frenético, siguiendo el ritmo que marcaban sus latidos y la fuerza que me pedían mis instintos.

- Jake… -esta vez sonó más alto.

- Koko… -tragué e intenté tomar aire en vano- Ya no puedo…

En el momento en el que dije su nombre sentí como se apretaba a mí alrededor de nuevo y escuché como se cortaba su respiración. Estaba llegando de nuevo para mí. Y esta vez me vine con ella. Ya estaba al borde, y ver su cara contraída por el placer me empujó al precipicio. Era la sensación más placentera que había sentido en mi vida. Sentir cómo sus músculos se apretaban y ver como sus facciones se contraían. La embestí un par de veces más, y luego esperé en su interior hasta que dejé de sentirla palpitar.

Besé su hombro, luego su cuello y así fui subiendo hasta su boca. Me quedé por un momento ahí y luego me alejé para mirarla. Tenía la sonrisa de satisfacción más hermosa que pudiera existir. Me mordí el labio y sonreí con ella.

- Te amo. –Le repetí. Su sonrisa se hizo todavía más ancha. Creí que le desgarraría algún músculo de la cara.

- Yo también te amo. –Me contestó pasando una mano por mi cara. Cerré los ojos de nuevo, ahora sólo para concentrarme en esa caricia, y con eso, supe que nunca la dejaría ir. La volví a besar, y me alejé lentamente hasta salir por completo de ella.
-------------------- ♥ --------------------
Koko! Me muero de los nervios!!! Sabes que te adoro y cuánto te admiro! Siempre voy a hacer todo lo posible para estar cuando me necesites! También sabes lo mucho que te quiero, no? jajaja... Muchos besos!!!

6 comentarios:

Unknown dijo...

Saber que estás ahí, que te tenemos es la mayor satisfacción que esta "manada" puede tener. Mi celestial Naty no dejes nunca de existir. Besotes miles NTLS

Adri BC (NTLS ☻☺☻) dijo...

MI NATY!!!! pure lemmon!!!!!! JUST LEMMON!!!! i love u!!! ame el capi mi naty seguro a nuestra koko le va a fascinar (capas y se nos exita) hahahhah mori, me encanto... pero ya quiero ver a mi nahuel eh?

Anónimo dijo...

esqeee me vaa aa dar algo despuees de leer esto lo juro.. todavia no me puedo controlas hahahahha!
eres geneaL Naty! lo amé ^^

Gaby Black dijo...

Dioooooooooos santisimo de mi corazon o mas bien de lo que queda de el porque de vaina y se me sale del pecho!!!!!

Naty eres mi emperatriz del lemmon amor, eres lo maximo!!!!!

TQMMMMMMMMMMMMMMMM

Robin dijo...

Imagina si a mi me gustó, cómo se habrá puesto la Koko!!! Eres maravillosa Naty, Dios, perfecta!! Buenísimo el capiiiii... Pensé que no iba a pasar nada, que Jake le ocultaba a Nessie o qué se yo XD pero no, fue perfecto en todo sentido ^^
eres la mejor Beta del Lemmon: Naty Celeste
<3
te adoro ^^

*NaNa* dijo...

ahhAHhahhahahahhaha me mueroooO!
que hermosooo
caliente
apasionado
y sexy capi natyyy
lo amee kokoro brincara de
felicidad ja j aja muy bello!